29 de Agosto 2006
Compañeras y compañeros:
Es siempre un honor hacer uso de esta tribuna porque para un político las concentraciones son importantes, pero cuando estas concentraciones son de hombres y mujeres libres de hombres y mujeres que han resistido, que han estado aquí presentes con su familia, con sus amigos, con sus compañeros y compañeras de toda la geografía del país es, sin duda, un honor poder dirigirse a todos y cada uno de ustedes.
Quiero comentarles, compañeros y compañeras, es muy importante que mantengamos la cabeza fría, el corazón caliente, pero la cabeza fría. Veo mucha indignación y tenemos que conducir esa indignación. No vale la pena desesperarnos, porque desesperados no vamos a llegar a ningún lado, los desesperados se equivocan, los desesperados son los de la derecha que no saben cómo hacerle para imponer a su candidato pelele.
Ayer lo comentaba nuestro compañero Andrés Manuel López Obrador, ellos han intentado romper la unidad de la Coalición, quieren platicar, quieren negociar, quieren llegar a acuerdos, quisieran que alguien claudicara, pero están muy equivocados, este movimiento no se va a detener, este movimiento no va a traicionar al pueblo de México, este movimiento va a actuar con toda firmeza, con toda energía hasta restaurar la República, hasta restaurar las instituciones democráticas, hasta lograr un cambio profundo en el país.
Que no haya, porque hay mucha hipocresía, se molestan porque hay un plantón en la avenida Reforma y no les duele 60 millones de pobres, no les duele 40 millones en extrema pobreza, que ganan menos de un dólar al día y que literalmente se mueren de hambres, gente que no tiene ninguna posibilidad.
No les duele que 4 millones de mexicanos se hayan tenido que ir a vivir a Estados Unidos durante el sexenio del mal llamado presidente Vicente Fox, no les duele y no les importa que se esté haciendo una privatización silenciosa de Petróleos Mexicanos, de la industria eléctrica, no les duele el desmantelamiento de la seguridad social, no les importa que, como ayer, haya jóvenes diciendo: Queremos estudiar, porque están cerradas las universidades, las escuelas superiores, de nivel medio, para la inmensa mayoría de la población.
Nosotros tenemos que cambiar este estado de cosas, tenemos que poner de pie a un país que está de cabeza, porque muchos de los que estamos aquí hemos sido líderes sociales o líderes políticos y cuando nos enfrentamos con algún funcionario exigiendo una solución, el funcionario nos dice: Vamos a aplicar la ley y aplicar el estado de Derecho y sabemos que ya se jodió el asunto.
Sabemos que van a responder con injusticia, con ilegalidad, con atropello, como lo hizo ayer el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Ví ayer a compañeros y, sobre todo, a compañeras llorando, indignadas y tristes. Yo les decía: No merecen una lágrima esos cretinos, no merecen una sola de las tristeza de nuestros compañeros y compañeras. Y no las merecen porque ese Tribunal se pasó por el arco del triunfo 10 años de criterios y sentencias y, miren que los tratamos con respeto, miren que no hicimos manifestaciones ante el Tribunal, miren que no los presionamos, que los llamamos a que estuvieran a la altura de la responsabilidad y de las circunstancias.
Y ¿qué hicieron? Traicionar a la gente, traicionar el voto ciudadano, traicionar a la mayoría de la población del país, que decidió en las urnas que el presidente de la República fuera Andrés Manuel López Obrador.
Y el Tribunal inclusive no sólo hizo eso, sino que en sus propias diligencias judiciales, porque todavía nos preguntan algunos representantes de los medios. Nos preguntan: ¿Qué pruebas tienen de ese fraude que tanto alegan? Y nosotros les decimos: Sólo les damos una, que no es una prueba, es una diligencia judicial: El Tribunal ordenó abrir 11 mil 9839 casillas, sólo abrió cerca de 11 mil 720 y aún no explica por qué no abrió todas, pero sobre todo no explica por qué habiendo 72 mil votos espurios, 72 mil votos que no tienen sustentos, más de 72 mil votos sobrantes, por qué no anuló esos votos, por qué no anuló las casillas donde faltan 122 mil votos, según sus propias diligencias judiciales.
El 65 por ciento de las casillas abiertas con graves irregularidades y el Tribunal dice es que no afecta el resultado de la casilla. Es que se necesita tener cara dura para dar ese argumento, es que se necesita desvergüenza para decir lo que han estado manejando en la campaña de medios de comunicación, de que nuestros abogados hicieron mal los recursos de inconformidad, que nuestros abogados se equivocaron.
No tienen ni un poquito de decencia, ni un poquito de dignidad, porque el solo hecho de que hubiera una elección oficialmente tan cerrada, obligaba al recuento voto por voto, casilla por casilla.
Si el candidato de la derecha dice que ganó por qué se negó permanentemente a la apertura de las casillas y al recuento voto por voto. Efectivamente porque tienen miedo, porque sabe que no ganó, porque sabe en el fondo de su corazón que es un pelee y que es un impostor y que está llamado a cumplir páginas muy tristes y muy negras de la historia de nuestro país.
Pero miren, yo quiero plantearles lo siguiente, voy con un ejemplo de la historia traigo varios, pero con un ejemplo de la historia...
Compañera: Hay que respetan a los trabajadores de los medios de comunicación. Les pedimos, nuevamente a todos, que mantengan la cabeza fría, ese tipo de indignación no nos sirve. Si el primero de septiembre vamos a protestar en la Cámara de Diputados y todo mundo hace lo que quiere y todo mundo se enardece y unos prenden carteles y otros se adelantan y otros hacen lo que les da su regalada gana, eso no nos sirve. No nos sirve a nadie, porque eso quieren nuestros adversarios, quieren que caigamos en su provocación, quieren que caigamos en su trampa, donde quieren reprimirnos, donde quieren pasar por encima de nosotros, pero no les vamos a dar ese gusto.
Vamos a actuar de manera pacífica y legal. Es muy importante que nos mantengamos organizados, quien no haga eso pareciera que está provocando y sirviendo a nuestros adversarios, necesitamos organización, necesitamos que esa indignación se canalice bien, que esa indignación nos lleve al triunfo y no nos lleve a que usen sus tanquetas y a que usen sus toletes y a que usen sus amenazas.
No se los vamos a permitir, no les vamos a dar ese gusto, no vamos a ir a ningún acto de violencia porque nosotros sí queremos a la gente, sí nos importa su seguridad y no vamos a permitir que lastimen a ninguno de nuestros compañeros y compañeras.
Entonces les hago de nuevo un llamado a mantener la cabeza fría, tenemos que ser muy firmes pero muy fríos, muy eficaces, muy contundentes en las acciones que vamos a desarrollar, no habrá una acción que tire al pele, vamos a tener que hacer muchas cosas, mucha fuerza, no se nos olvide que tenemos con nosotros al movimiento popular y de masas más importante de la historia moderna del país, millones nos siguen, millones nos respaldan, millones nos están apoyando y millones tienen la esperanza puesta en nosotros para que derrotemos a la imposición y al atropello de la derecha.
Entonces, les decía, traigo varios ejemplos, pero explicaré solo uno. Hubo en la historia de nuestro país un presidente legal, hubo otro, que ahorita a lo mejor comento, pero hubo un presidente legal y que es una monstruosidad que haya sido Presidente legal. En 1913, no, Fox es un cretino.
En 1913 el Presidente Francisco I. Madero, y el vicepresidente José María Pino Suárez, fueron asesinados después de una asonada militar, mando hacer este asesinato por Victoriano Huerta, quien era importante comandante, militar, y que traicionó la confianza del presidente Madero, a quien lo mandó apresar y lo mandó asesinar. Para llegar a la Presidencia de manera legal, porque fue presidente legal Victoriano Huerta, hizo que el secretario de Relaciones Exteriores, Pedro Lascuráin, durante 45 minutos, fuera presidente de la República, duró de las 17:15 horas del 19 de febrero de 1913, a las 18:00 horas del mismo día, en que renunció después de haber nombrado secretario de Relaciones Exteriores a Victoriano Huerta y después de que esta renuncia hiciera que Victoriano Huerta fuera presidente legal de la República, durante un periodo del 19 de febrero de 1913 al 13 de agosto de 1914.
Así es que en nuestra historia ha habido presidentes legales que no son presidente legítimos, que son presidentes espurios, que son condenados por la mayoría de la población, que no merecen la Banda Presidencial y que no merecen estar en la Presidencia de la República.
Hubo varios, ya en la época de Benito Juárez, en esa época también, durante la Guerra de Reforma, él fue presidente interino de diciembre 1857 a noviembre de 1961 y los abuelitos de la derecha, los conservadores nombraron a Pontones de presidente de esa época, fue Félix María Zuloaga presidente interino durante un año, del 11 de enero de 1858 al 24 de diciembre de 1958, y Manuel Robles, entre otros que no vale la pena mencionar, como Manuel Miramón, que fue fusilado, junto con Maximiliano, cuando el Imperio fue derrotado, el Imperio francés, y muchos que duraron un día como presidentes interinos, queriendo regatearle al presidente Benito Juárez la legítima Presidencia de la República.
Llegaron al colmo, en el periodo constitucional de Benito Juárez, que fue del 1 de diciembre de 1861 al 30 de noviembre de 1865, llegaron al colmo de nombrar del 18 de junio de 1863 al 13 de julio de 1863, una Junta Suprema de Gobierno que fue encabezada por Juan M. Almonte, José Mariano Salas y Antonio de la Bastida, arzobispo de México, y como suplente Jesús Pavón, obispo de Puebla.
Después nombraron a un lugarteniente del emperador y finalmente nombraron al segundo emperador, a Maximiliano y sabemos que la constancia, que la firmeza, que la tenacidad y que los principios del presidente Juárez y el apoyo del pueblo de México derrotaron al Imperio y lograron la restauración de la República.
Pero no es el único momento en que hubo más de un presidente de la República. También a finales del siglo XIX, Porfirio Díaz quiso por la vía de la asonada militar llegar a la Presidencia de la República, y hubo un presidente legalista, José María Iglesias, que duró del 28 de diciembre de 1876 al 15 de marzo de 1877, y Porfirio Díaz fue presidente de facto, solamente durante unos días, del 4 de noviembre de 1876 al 6 de diciembre de 1876.
Después se nombró a un presidente interino, que duró sólo dos meses, Juan M. Méndez, del 6 de diciembre de 1876 al 17 de febrero de 1877, y nuevamente fue presidente de facto Porfirio Díaz, presidente por la fuerza, presidente de manera ilegal, pero presidente de facto, del 18 de febrero de 1877 al 5 de mayo de 1877, para después, de estar dando muchos malabarismos, llegar a la Presidencia constitucional, del 5 de mayo de 1877 al 30 de noviembre de 1880.
Y, en la época de la Revolución, ya comenté este episodio de Victoriano Huerta, que fue presidente legal después de asesinar al presidente constitucional, Francisco I. Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez.
Se levantó Venustiano Carranza, bajo la denominación de Jefe del Ejército Constitucionalista y se mantuvo como verdadero poder de la República frente a la imposición, primero de Huerta, y luego de Francisco S. Carvajal, que finalmente terminó renunciando y después los propios revolucionarios tuvieron dos gobiernos al mismo tiempo, los presidentes de la Convención que fueron Eulalio Gutiérrez, Roque González y Francisco Lagos y el propio Carranza, que acabó siendo presidente constitucional en 1917.
¿A qué viene todo esto? A que en la historia de nuestro país y que en los momentos más difíciles, ha habido más de un presidente de la República.
Estamos en el momento de una discusión muy importante, si Andrés Manuel estuviese aquí le llamaría compañero presidente, porque él ganó la Presidencia de la República, le diría, como les digo.
El 16 de septiembre tenemos que debatir este tema, desde mi punto de vista, personalísimo, particular punto de vista, tenemos que ser consecuentes, si ganamos la elección, si nos hicieron fraude, si se quieren burlar de nosotros, nosotros tenemos derecho a decidir quien conduzca los destinos de este país y tenemos derecho absoluto, pleno, de nombrar a quien encabece a este movimiento y a este gobierno.
Tendremos que decidir entre nombrar un presidente legítimo de la República Mexicana, un coordinador del gobierno de resistencia, encargado del despacho del Ejecutivo mientras dure la imposición, o coordinador nacional de la resistencia civil.
Nosotros tenemos que tomar una determinación, no tengo ninguna duda de cuál determinación debemos tomar, estamos en un país que tiene todo al revés, en donde quien se va a decir presidente, no es presidente, quien está siendo reconocido por el Tribunal no ganó las elecciones, es un pelele, que no merece ningún reconocimiento ni ningún respeto de nuestra parte.
Tenemos que discutir estos temas a profundidad, con seriedad, con responsabilidad, porque de nosotros depende, sin exagerar, el destino de nuestra Patria.
Está en nuestras manos lo que va a ser la República en los próximos años. Y por eso es un enorme orgullo y un enorme honor formar parte de este movimiento que está haciendo historia, una historia para beneficio de la mayoría de los mexicanos.
Muchas gracias, compañeros y compañeras.