Cambiemos a México

sábado, septiembre 30, 2006

Economía de Oaxaca, cerca de la bancarrota

Hay recursos federales suspendidos; se debilita tejido social, advierten; se calcula que al gobierno federal deja de ingresar un promedio de 20 millones a 30 millones de pesos por concepto de impuestos de los negocios establecidos.

Juan Veledíaz
El Universal

¿Cuánto cuesta sostener a Ulises Ruiz como gobernador de Oaxaca? Hasta el 14 de septiembre, de acuerdo con cálculos de las distintas cámaras empresariales y de comercio de la entidad, la caída de las ventas y las pérdidas en ocupación hotelera durante los cuatro meses de conflicto político y social en este verano que termina ascienden, por lo menos, a 4 mil millones de pesos. Y cada día crece.

Se calcula que al gobierno federal deja de ingresar un promedio de 20 millones a 30 millones de pesos por concepto de impuestos de los negocios establecidos.

El panorama es el de una ciudad y su economía en bancarrota. Al caminar por la zona de la periferia y el centro aparecen varios elementos en común: en las esquinas se aglutina la basura, el cascajo y restos de plástico y llantas quemadas que sirven de fogatas en las barricadas que se levantan en distintos barrios y calles.

Un letrero escrito en mantas colgadas y distribuidas en vías aledañas al mercado central es el picaporte para comenzar a entender el grado en que está el conflicto: "¡Te estamos observando rata!".

Erosión social

Ante la ausencia de vigilancia policial -a raíz de la intensidad de los enfrentamientos entre la fuerza pública y miembros de la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca)-, un grupo de ciudadanos de esta zona de la ciudad decidió el 9 de septiembre constituir el Frente de Vecinos y Comerciantes, que estableció sus propias reglas sobre todas aquellas personas que sean detenidas por cometer algún acto vandálico: se le va a desnudar, se le amarrará y se le paseará por las principales calles de la ciudad. El acuerdo no menciona la golpiza que una detención así implica.

La situación ha llegado a este grado porque desde hace más de tres meses "el gobernador no gobierna, al priísta sólo lo sostienen en la ciudad de México sus iguales", dice Fernando Guadarrama, presidente de la organización no gubernamental Pueblo Jaguar, un colectivo con más de dos décadas de trabajo en la Sierra Norte de Oaxaca, y quien formó parte del comité de vigilancia ciudadana del centro histórico, una agrupación civil que en 2005 detuvo con sus protestas la deforestación y destrucción de varias zonas del casco antiguo de la capital.

Las evidencias de la erosión en el tejido social están a la vista, explica Víctor Leonel, profesor e investigador universitario: la ciudadanía está harta del conflicto, no entienden la cerrazón del gobierno ni el grado de beligerancia con que se han manejano algunas organizaciones que integran la APPO.

Dinero, sólo para comer

Pero la inmovilidad gubernamental ya no sólo es en la capital del estado. Existen más de mil millones de pesos que se han dejado de ejercer en la totalidad de los municipios de la entidad, debido a que las oficinas de finanzas del comité de planeación para el desarrollo y de la contraloría están bloquedas por los manifestantes.

El hecho motivó que la semana pasada un grupo de 24 presidentes municipales, todos del PRI, alertaran sobre la parálisis que ha llegado al interior del estado, y como ejemplo citaron casos en los que 574 millones han quedado suspendidos al estar destinados para obras públicas, situación que al paso de las semanas se agravará.

"Porque ya sólo es cuestión de tiempo", dice con preocupación Juan de Dios Rodríguez, comerciante locatario del mercado de artesanías de la capital, "ya no se puede más, no hay ventas y lo poco que sale es para comprar la comida, ya no digamos comprar y guardar, no, no, es solo para comer. No soy el único, todos aquí y más allá estamos igual. Por favor escriba que ya resuelvan esto".

La crisis se presenta como una cadena, si antes se compraban 10 lechugas ahora sólo se piden dos, y el proveedor tiene que decir al agricultor que no le entregué más. "En Oaxaca con esta situación todos perdemos", añade Cinthya Gómez, propietaria de uno de los restaurantes del área que circunda al ex convento de santo Domingo, la zona turística más frecuentada a toda hora del día y que luce semivacía desde hace tiempo.

El primer error: tirar árboles

Fernando Guadarrama hace un recuento de lo que el gobernador hizo en menos de dos años para unificar a la población, a los comerciantes, artistas y empresarios en su contra.
"Esto empezó desde el día que tomó posesión en medio de una impugnación por la elección; luego vino haciendo lo que quiso sin los permisos federales, como la remodelación del zócalo de la ciudad que realizó sin tomar en cuenta a la ciudadanía. Lo que hicieron en la plaza de la danza de quitar las canteras verdes para poner concreto verde fue una aberración; de ahí surgió la idea de unirse y crear el movimiento ciudadano. Luego vino la tradicional -porque es casi anual- negociación con el magisterio por la revisión salarial, se le juntó con el problema de las obras en el centro y no resultó.

"Es paradógico que cuando comenzaban con las obras en el zócalo, el primer árbol que tiraron cayó sobre el palacio de gobierno. Pero lo más grave es que la red de distribución hidráulica en Oaxaca está hecha pedazos, 80% del agua que llega a la ciudad por esas tuberías se pierde, entonces, aquí todo mundo se surte con pipas.

"Y si a esto le sumas que no hay una estrategia para la recuperación de las cuencas hidrológicas, pues el problema del agua es prioritario y no hay obra pública para infraestructura hidráulica. Mejor comenzó tirando árboles y levantando canteras".

Un fantasma irritante

Hasta la tercera semana de septiembre, Ulises Ruiz era un fantasma en Oaxaca. No se le ve, sólo se le intuye. Y esa intuición sobre su presencia ha sido la que llevó a un grupo de maestros en paro a tomar, el martes 12, la presidencia municipal de Puerto Escondido ante el rumor de que ahí se apersonaría el gobernador oaxaqueño para realizar la ceremonia del grito de Independencia.

Una súbita aparición del mandatario el domingo 24, en una céntrica plaza de la capital, terminó con su huida enmedio de una balacera que dejó dos personas heridas.

Los días pasan y la APPO mantiene la alerta amarilla entre sus integrantes ante el rumor de que en cualquier momento puede llegar la fuerza pública federal para desalojarlos. Mientras, un contingente se dirige al Distrito Federal para manifestarse.

Hace unas semanas el Ejército restableció retenes y patrullajes en la zona triqui, en la región motañosa aledaña a la mixteca alta, donde hay desde hace décadas un abandono social y descontento con el gobierno, similar al que por estos días crece en otras partes del estado.


 
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