Focos rojos´ para Calderón
Mauricio Rossell
30 de septiembre de 2006
Los nódulos de la crisis nacional están a la vista. La incertidumbre domina el ambiente; y la abultada agenda de pendientes institucionales y rezagos estructurales someten a Felipe Calderón a una serie de presiones y desafíos que deberá atender para asegurar el éxito de su gobierno.
Entre éstos destacan:
1. El equilibrio económico sin crecimiento. Aunque el manejo de la economía nacional nos ha librado en los últimos años de cambios exabruptos y de la incertidumbre que dominó al país muchos años, las acciones instrumentadas en este rubro no han sido suficientes hasta ahora para asegurar mejores niveles de bienestar a los ciudadanos. El reducido crecimiento, la pobreza y la desigualdad siguen siendo los grandes lastres que no ha podido combatir un modelo neoliberal que desde hace algunos años comenzó a mostrar su insuficiencia para atender los problemas nacionales de manera integral.
2. La dependencia de los ingresos del petróleo y de las remesas. En los últimos años, los precios del petróleo y las divisas han permitido cubrir los huecos presupuestales que ha dejado nuestro ineficiente sistema fiscal. Y aunque de acuerdo con las previsiones, los ingresos por estas dos vías se mantendrán a la alza al menos en los próximos meses, esta situación habrá de revertirse tarde o temprano afectando el equilibrio de nuestra economía si no se toman previsiones al respecto.
3. La profunda desigualdad. Las diferencias en los niveles de bienestar de los mexicanos se han ahondado preocupantemente en los últimos años. Mientras, por ejemplo, el 10% de la población concentra hoy poco menos de la mitad de los ingresos, el 10% más pobre apenas alcanza el 1.6% del mismo; además de que la diferencia entre las percepciones económicas de las clases más ricas y las más pobres del país equivale a 45 veces.
4. Los graves niveles de desempleo. La incapacidad de nuestra economía para generar empleo se ha convertido en un problema crónico que obliga cada a año a 500 mil ciudadanos a incorporarse al sector informal y que se deriva de un modelo que privilegia la estabilidad de precios y limita la inversión y el crecimiento de la base salarial. Y si a ello sumamos la ausencia de una planificación educativa que se encuentre integrada no sólo a la demanda de nuestra economía sino a las necesidades sociales del país, pues el problema se agrava aún más.
5. La inseguridad y la corrupción. El significativo aumento en los índices de criminalidad y corrupción registrados en los últimos años y los costos que éste ocasiona, así como la poca confianza que los ciudadanos tienen en el sistema de administración de justicia, han puesto en riesgo la competitividad, la inversión y el desarrollo, así como el tejido social que hace posible la convivencia ciudadana.
6. La agonía del campo. El campo sufre gravísimas contradicciones y grandes desigualdades. Ello se debe, entre otros factores, a la competencia externa a la que han sido sometidos los productores, a la enorme desigualdad en la capacidad productiva entre productores y entre regiones, al desmantelamiento de gran parte de la estructura de apoyos gubernamentales y a la pobreza que induce un manejo improductivo y poco sustentable de la tierra, entre otros factores. Problemas que, aunque sólo pueden ser resueltos de manera definitiva con políticas de largo plazo, deben ser atendidos desde ahora.
7. La crisis del sistema de pensiones. El sistema nacional de pensiones de las instituciones públicas y privadas acumula actualmente pasivos cercando a los 14 billones de dólares (1.7% del PIB) y se espera que este problema se agrave en los próximos cuarenta años como resultado del aumento, casi en cuatro veces, de la población en edad de jubilación.
8. El deterioro del medio ambiente. El modelo económico prevaleciente ha reducido considerablemente las posibilidades para el desarrollo de las futuras generaciones como consecuencia de la depredación creciente de nuestros recursos y el deterioro ambiental.
Y a todos estos problemas hay que agregar el desprestigio que sufre la política y el deterioro que afecta a nuestra inconclusa democracia. ¡Vaya retos que enfrenta el próximo Presidente!
Diputado al Congreso de Hidalgo (PRI)
Mauricio Rossell
30 de septiembre de 2006
Los nódulos de la crisis nacional están a la vista. La incertidumbre domina el ambiente; y la abultada agenda de pendientes institucionales y rezagos estructurales someten a Felipe Calderón a una serie de presiones y desafíos que deberá atender para asegurar el éxito de su gobierno.
Entre éstos destacan:
1. El equilibrio económico sin crecimiento. Aunque el manejo de la economía nacional nos ha librado en los últimos años de cambios exabruptos y de la incertidumbre que dominó al país muchos años, las acciones instrumentadas en este rubro no han sido suficientes hasta ahora para asegurar mejores niveles de bienestar a los ciudadanos. El reducido crecimiento, la pobreza y la desigualdad siguen siendo los grandes lastres que no ha podido combatir un modelo neoliberal que desde hace algunos años comenzó a mostrar su insuficiencia para atender los problemas nacionales de manera integral.
2. La dependencia de los ingresos del petróleo y de las remesas. En los últimos años, los precios del petróleo y las divisas han permitido cubrir los huecos presupuestales que ha dejado nuestro ineficiente sistema fiscal. Y aunque de acuerdo con las previsiones, los ingresos por estas dos vías se mantendrán a la alza al menos en los próximos meses, esta situación habrá de revertirse tarde o temprano afectando el equilibrio de nuestra economía si no se toman previsiones al respecto.
3. La profunda desigualdad. Las diferencias en los niveles de bienestar de los mexicanos se han ahondado preocupantemente en los últimos años. Mientras, por ejemplo, el 10% de la población concentra hoy poco menos de la mitad de los ingresos, el 10% más pobre apenas alcanza el 1.6% del mismo; además de que la diferencia entre las percepciones económicas de las clases más ricas y las más pobres del país equivale a 45 veces.
4. Los graves niveles de desempleo. La incapacidad de nuestra economía para generar empleo se ha convertido en un problema crónico que obliga cada a año a 500 mil ciudadanos a incorporarse al sector informal y que se deriva de un modelo que privilegia la estabilidad de precios y limita la inversión y el crecimiento de la base salarial. Y si a ello sumamos la ausencia de una planificación educativa que se encuentre integrada no sólo a la demanda de nuestra economía sino a las necesidades sociales del país, pues el problema se agrava aún más.
5. La inseguridad y la corrupción. El significativo aumento en los índices de criminalidad y corrupción registrados en los últimos años y los costos que éste ocasiona, así como la poca confianza que los ciudadanos tienen en el sistema de administración de justicia, han puesto en riesgo la competitividad, la inversión y el desarrollo, así como el tejido social que hace posible la convivencia ciudadana.
6. La agonía del campo. El campo sufre gravísimas contradicciones y grandes desigualdades. Ello se debe, entre otros factores, a la competencia externa a la que han sido sometidos los productores, a la enorme desigualdad en la capacidad productiva entre productores y entre regiones, al desmantelamiento de gran parte de la estructura de apoyos gubernamentales y a la pobreza que induce un manejo improductivo y poco sustentable de la tierra, entre otros factores. Problemas que, aunque sólo pueden ser resueltos de manera definitiva con políticas de largo plazo, deben ser atendidos desde ahora.
7. La crisis del sistema de pensiones. El sistema nacional de pensiones de las instituciones públicas y privadas acumula actualmente pasivos cercando a los 14 billones de dólares (1.7% del PIB) y se espera que este problema se agrave en los próximos cuarenta años como resultado del aumento, casi en cuatro veces, de la población en edad de jubilación.
8. El deterioro del medio ambiente. El modelo económico prevaleciente ha reducido considerablemente las posibilidades para el desarrollo de las futuras generaciones como consecuencia de la depredación creciente de nuestros recursos y el deterioro ambiental.
Y a todos estos problemas hay que agregar el desprestigio que sufre la política y el deterioro que afecta a nuestra inconclusa democracia. ¡Vaya retos que enfrenta el próximo Presidente!
Diputado al Congreso de Hidalgo (PRI)
1 Comments:
Hola Kian,
Me encontré tu blog y encontré que hoy posteamos un par de cosas muy en común.
Estamos tratando de hacer un blog con varios cuates, se llama http://guerrillamediatica.blogspot.com
Te invitamos a ser colaborador... si te late, sólo contáctame en el blog de guerrilla o en el personal. Cualquier pregunta o comentario, con gusto.
By Samuel Morales, at 12:22 p.m.
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