Cambiemos a México

sábado, septiembre 23, 2006

EL PARO O LA CERRAZON DEL GOBIERNO?

Paro en Oaxaca deja pérdidas por US370 millones

Joaquín Rodríguez, asesor de la Secretaría de Gobernación estatal, afirmó que el conflicto magisterial ha afectado a la tercera parte de la población oaxaqueña, ha dejado sin clases a cerca de 1.3 millones de niños, y ha dañado el turismo de la entidad.

Redacción / El Economista.com.mx

La huelga de maestros en el estado mexicano de Oaxaca cumple cuatro meses durante los que 1.3 millones de niños no han podido acudir a clases, se han perdido más de 370 millones de dólares y se ha deteriorado la imagen de este turístico lugar.

“Más de la tercera parte de la población de Oaxaca se está viendo afectada” por las protestas, dijo hoy a Efe Joaquín Rodríguez, asesor de la Secretaría de Gobernación estatal, al recordar que en esa zona viven unos 3.4 millones de personas.

El Gobierno del estado se encuentra en el ojo del huracán de la crisis iniciada el pasado 22 de mayo, con un paro de los profesores de primaria y secundaria en demanda de un aumento salarial.

Desde el 14 de junio, cuando el gobernador, Ulises Ruiz, ordenó un fallido desalojo de espacios urbanos y edificios públicos ocupados por los profesores, el conflicto se ha radicalizado con un virtual estado de sitio por parte de los manifestantes, que exigen la renuncia del mandatario como única solución a la crisis.

Entre junio y agosto se produjeron varias confrontaciones violentas que derivaron en la muerte de dos personas por disparo de bala, varios detenidos y heridos.

A cuatro meses del inicio del conflicto, la mayoría de oficinas estatales están cerradas por la acción de los sectores alzados, que mantienen acordonado con barricadas el centro de la capital y que controlan la sede del gobierno y del congreso estatal, así como del poder judicial.

Las emisoras de radio han sido también ocupadas por el magisterio, que las usan para difundir su propaganda y alertar ante la posible acción de las fuerzas de orden público para poner fin a las protestas.

Es frecuente ver a funcionarios públicos ejerciendo sus labores en hoteles, restaurantes y domicilios particulares, en una de las muchas imágenes surrealistas que se dan estos días en la capital oaxaqueña, un hermosa ciudad colonial que depende sobre todo del turismo.

Al gobernador Ruiz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no se le ve desde hace varias semanas, no así a Rodríguez, que, aunque a hurtadillas, concedió una entrevista a Efe en la que admitió que la situación se les ha ido de las manos.

Desde hace 26 años, cuando la administración de la educación pasó del Gobierno federal al estatal, “cada mes de mayo se repetían las manifestaciones de los maestros pero acostumbraban a durar una o dos semanas, un mes como máximo”, recordó el funcionario.

“Con el desalojo se lastimó la sensibilidad de una organización sindical que es muy combativa y tiene una gran presencia”, con cerca de 70.000 empleados, lamentó.

Ante el desconocimiento de las autoridades locales, los maestros sostienen desde hace semanas un diálogo con el Gobierno federal en Ciudad de México que el miércoles se suspendió una vez más ante la falta de consenso.

La última medida de presión de los profesores, a los que se les ha unido una federación de organizaciones sociales denominada Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO), es una caminata iniciada ayer con destino a la capital mexicana.

La marcha pretende llegar a principios de octubre y manifestarse frente al Senado, la única institución que puede interrumpir la gestión de Ruiz.

El presidente del país, Vicente Fox, recordó hoy en Sonora, norte de México, que “no corresponde a la Presidencia de la República ni al Gobierno federal poner o quitar gobernadores”, e hizo un nuevo llamado al diálogo.

“No necesitan iniciar un larga caminata para poder dialogar”, remarcó.
Mientras la solución por la vía de la negociación parece todavía lejana, Oaxaca sigue ahogándose por las protestas.

El presidente del Consejo Impulsor de Desarrollo Empresarial oaxaqueño, Joaquín Olmos, dijo hoy a Efe que “en quince días, la economía puede colapsar y crear una grave situación social, dejando a miles de trabajadores desempleados”.

Según Olmos, hasta ahora han cerrado quince hoteles y se han quedado sin empleo aproximadamente mil personas, algo que es evidente con un simple paseo por la localidad.

Todavía funcionan los servicios básicos, como agua, luz y limpieza, pero los trámites administrativos son imposibles y el principal hospital público ha tenido que incrementar sus labores por el cierre de la mayoría de centros de salud de atención primaria.


 
Site Feed