Destituyen a líder de bancada del PRD en Tabasco

Roberto Barboza Sosa

A raíz de una serie de pugnas internas, un grupo de legisladores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) destituyó al coordinador de la fracción parlamentaria perredista, Adolfo Díaz Orueta y en su lugar de signó al diputado teapaneco Carlos Mario Ocampo Cano.

A dos meses de que concluya el periodo de la 58 legislatura, y a 45 días de que termine el periodo de sesiones, inesperadamente un grupo de diputados logró la firma de nueve de los 14 legisladores de la bancada perredista para designar al nuevo líder de la bancada.

A lo largo de los tres años de la 58 legislatura, la bancada del PRD se distinguió por su divisionismo, pugnas y fracturas internas, pues incluso había iniciado como mayoría simple de 17 diputados, pero terminaron con 14 integrantes, luego de que tres de ellos se declararon independientes.

Incluso, el nuevo coordinador de la bancada, Carlos Mario Ocampo Cano, también estuvo en ese cargo durante el primer año de su gestión y también fue líder del Congreso, por ser mayoría su bancada, pero por pugnas internas también fue destituido por un grupo de legisladores perredistas.

Díaz Orueta, quien inicialmente estuvo dentro del grupo que destituyó a Ocampo Cano, ahora calificó de ilegal su destitución, pues dijo que no se cumplió el requisito de una votación interna convocada ex profeso con antelación.

Díaz Orueta, frustrado aspirante a la candidatura del PRD a presidente municipal de Cunduacán, que le ganó su compañera legisladora, Nidia Naranjo, contra quien operó electoralmente, también a criticado a su partido por impugnar las elecciones a gobernador, al señalar que ya no tiene caso por ser amplia la ventaja del triunfo del priísta Andrés Granier Melo.

El destituido líder parlamentario perredista también fue acusado de viajar a Cuba con cargo al erario del Congreso, casualmente junto con sus tres compañeros diputados del PRD, que rechazaron su destitución, Pedro Grimaldo Romo, José Luis Sánchez López y Miguel Salim.

La segmentación de la bancada perredista es reflejo también de los problemas internos que se viven en Partido de la Revolución Democrática, que se han agudizado a raíz de la derrota sufrida en los comicios del pasado 15 de octubre, donde grupos divergentes exigen la destitución o apoyan la permanencia de su dirigente estatal, Juan Manuel Fócil Pérez.