Cambiemos a México

miércoles, octubre 11, 2006

Se curan heridas y alistan campamento de varios días.

Francisco Reséndiz

A las tres de la mañana la plaza Tolsá está empapada por una llovizna tupidita. Los oaxaqueños duermen rendidos bajo plásticos, sobre cartones. Descansan para su primer día de su plantón permanente. "No nos vamos aun cuando haya clases.", dicen.

A tiro de piedra un centenar de granaderos que custodian el Senado son relevados por policías de la PFP. En una improvisada carpa amarrada a una camioneta maestros de la Sección 22 y la APPO afinan el "plan" para los próximos días.

Alguien pregunta sobre la posibilidad de que los maestros regresen a clases el próximo lunes. Le responden de bote pronto: "No importa si regresamos a clases, el plantón se queda hasta que renuncie (el gobernador) Ulises (Ruiz)".

Y definen acciones: "Van a llegar más contingentes para reforzar el campamento. Mañana iniciamos con boteo en camiones y en el Metro habrá brigadas que irán a las universidades, a la UNAM, al Poli, a la UAM y a la de la ciudad de México, a Chapingo, igual a preparatorias populares y otras escuelas públicas.

"Otras brigadas van a solicitar audiencia con embajadores, primero en la de Estados Unidos y si no nos reciben, con mítines. Hay que buscar igual a los venezolanos que a cubanos, argentinos, chilenos y uruguayos, a los europeos y a los españoles".

Alfredo Chiu Velázquez y César Mateos, coordinadores de la marcha, han mantenido contacto permanente con dirigentes del SME, de la UPREZ, del Frente Popular Francisco Villa y de la Asamblea de Barrios y otros grupos sociales que apoyan a la APPO. Los 34 diputados del PRD en la ALDF les han ofrecido entre 5% y 10% de su salario.

Las organizaciones no se han quedado a acompañarlos, pero les ofrecen comida, agua embotellada, carpas, leche, cobijas, ropa, servicio médico. Por ahí se ven desayunos escolares del DIF-DF que fueron repartidos al anochecer.

Pero los oaxaqueños son amables, se alistan para días de campamentos permanentes en el DF, similares a los que tienen en la capital oaxaqueña desde hace cuatro meses. Aceptan la ayuda, agradecen.

Para las nueve de la mañana las calles de Tacuba, del tramo que va de Allende a Lázaro Cárdenas, de Filomeno Mata, Paseo de la Condesa y la plazuela que hay frente al palacio de Minería y el Munal ya no cambiaron: estaban tomadas por oaxaqueños.

Pero también del otro lado del Senado. Sobre Allende y Donceles, en el cruce del eje Central y Donceles y en Marconi, en Cuba y en la calle del 57, granaderos de la policía capitalina y de la PFP se mantienen a la expectativa.

A las diez y cuarto Carlos Abascal llegó al Senado para entregar la medalla Belisario Domínguez al doctor Jesús Kumate. Entró por Allende y salió por ahí mismo. Ninguno de los oaxaqueños le hizo caso. Sólo algunos pocos gritos: "Solución, solución, Oaxaca no es cuartel, fuera ejército de él", y ya.

Al mediodía algunos pocos curaban las heridas que provocaron en sus pies 540 kilómetros de caminata durante 19 días de inclemencias. Hay filas de ocho a 12 personas para entrar a los baños móviles instalados en un costado de Minería.

Cuando más calor se siente se reparten blandas, tlayudas con frijoles, queso y nopales, en platos desechables sirven frijoles con un pedazo de jamón, en otros arroz y agua de jamaica. Por la noche atole y bolillos duros.

Hoy, ya descansados, los maestros disidentes y los integrantes de la APPO que caminaron a la ciudad de México comenzarán su brigadeo en toda la ciudad. Los apoyarán panchos villas, el SME, tranviarios y perredistas. Y terminarán de levantar un campamento que no piensan quitar hasta que renuncie a quien ya consideran "ex gobernador".


 
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