Las divisiones y la guerra están contra Dios: arzobispo de Oaxaca

Notimex
01/10/2006

Oaxaca, Oax. El arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, afirmó durante su homilía dominical que lo que actualmente sucede en la entidad, en referencia al conflicto magisterial social, es una sacudida de Dios para unir a la sociedad en torno a lo que está de acuerdo.

Desde el púlpito en la Catedral, el prelado añadió que las guerras y las divisiones están en contra de lo que desea Dios, por lo que llamó a los oaxaqueños a desterrar las expresiones de violencia que confrontan a la sociedad.

Más tarde, en conferencia de prensa, señaló que en medio del ambiente tenso que privó a la capital del estado durante las últimas semanas, la reunión convocada por la Secretaría de Gobernación (Segob) "presenta signos de aliento".

Subrayó que la historia demuestra que ni el paternalismo ni el caudillismo construyen una paz duradera y que, en cambio, donde se da una auténtica participación social pacífica se construye una paz para toda la sociedad.

Agregó que la reunión convocada por el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, el próximo miércoles 4 de octubre en la ciudad de México, es un indicio de esperanza, así como la aceptación del magisterio y de la APPO para participar en ella, y la asistencia de otras organizaciones.

"Quienes vacían el trabajo de su sentido y finalidad se deshumanizan, el que no trabaja se deshumaniza. No se puede levantar ni progresar un pueblo sin trabajo honesto", indicó.
El jerarca de la iglesia católica añadió que el conflicto y las tensiones que sufre la sociedad oaxaqueña muestran la fragilidad del cimiento y pilares en que se apoyaban la paz y la estabilidad de la entidad.

"Ahora vemos con claridad que hay muros que derribar y grandes grietas por restaurar para que la paz auténtica y duradera sea una realidad en nuestra sociedad y llegue a nuestros hogares", señaló.

Añadió que luego de 131 días de conflicto que vive la sociedad, el bien común para la entidad es evitar toda expresión de violencia y construir la paz.

El arzobispo oaxaqueño puso como ejemplo de trabajo colectivo por el bien común a las comunidades indígenas del estado, pidió voltear a verlas como modelo y verdaderas escuelas que pueden inspirar el fortalecimiento del trabajo comunitario y desinteresado a favor de la sociedad.