Cambiemos a México

domingo, octubre 01, 2006

Choca ebrio contra barricadas de la APPO en Oaxaca

Notimex
El Universal
Santa Lucía del Camino

Sonaron los silbatos, se escuchó un estruendo, el último rechinar de cuatro llantas nuevas y se abalanzó contra un grupo de ancianos que vigilaban una de las cientos de barricadas de este municipio que se levantaron anoche para sumarse a las demandas de la APPO.

Eran las 3:20 de la madrugada cuando un grupo de periodistas concluía un recorrido por los retenes ciudadanos del Camino Nacional que comunica a este municipio conurbado con el Centro Histórico de la ciudad, camino a la zona de antenas de repetición de las radiodifusoras tomadas por la APPO.

El nerviosismo había ido en ascenso sadespués de las 17:00 horas de este sábado, cuando dos helicópteros y una avioneta de la Armada de México hicieron sobrevuelos de reconocimiento en la zona, y desde la radio, maestros y dirigentes de la APPO llamaban de manera insistente al pueblo a fortalecer las barricadas “porque estamos en alerta máxima”.

Nadie puede pasar, decían a cada automovilista que intentaba transitar por esta avenida. Con una señal encendiendo y apagando una linterna y varios silbatazos los vecinos alejaban a los automovilistas.

En tanto, se festejaba en la iglesia de San Miguel Arcángel al santo patrono con cohetones que se confundían con los que usan los vecinos para alertar sobre algún riesgo.

Coincidieron entonces las explosiones y ancianos, niños, hombres y mujeres hacían señales frente a las luces del bólido que seguía brincando una y otra hilera de piedras hasta que tuvo que frenar, justo en la barricada que coordinaba doña Carmen García, quien gritaba “no le peguen, tranquilos, no lo destruyan”.

Sin embargo la turba enardecida lanzaba piedras contra los cristales y un hombre solitario frente al volante permanecía inmóvil y con el motor andando.

Los jóvenes lanzaron rocas de gran tamaño hacia las llantas del vehículo para inmovilizarlo y por la ventanilla del conductor lo tomaron del cabello y forcejearon con él hasta que lograron apagar el motor y quitarle las llaves.

Completamente ebrio, el conductor no decía una sola palabra, y al percatarse de su estado, doña Carmen y “El Profe” impidieron más agresiones.

En tanto, las cuatro llantas de la camioneta de lujo último modelo de la marca Honda CR-V, sin placas fueron ponchadas y uno de los vidrios traseros destrozado y el parabrisas estrellado.

“Que nadie se acerque ya a la camioneta, no vayan a sacar nada” ordenaba doña Carmen, una mujer corpulenta de unos 63 años de edad, quien con un palo en la mano pedía a los jóvenes presentes se sentaran en la banqueta al infortunado ebrio.

¿Quién te mandó? ¿Dónde trabajas? ¿Dónde vives? interrogaban insistentemente al conductor de unos 40 años de edad, de tez clara, que llevaba en el asiento del copiloto una pequeña botella de mezcal.

La única respuesta que dio fue: “vivo en la colonia Del Bosque” que se encuentra a unos dos kilómetros del lugar, mientras sostenía en su mano derecha un teléfono celular.

Nadie lo revisó si estaba armado, tampoco le pidieron identificación alguna en ese lugar; en cambio solicitaron la presencia del Comité de Seguridad y Vigilancia de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).

Algunos de los presentes gritaban “amárrenlo de aquí de este poste”, otros decían “no le peguen” y un grupo de mujeres, la mayoría de ellas ancianas lo rodearon para protegerlo durante más de media hora, hasta que llegaron los de vigilancia de la APPO y lo trasladaron en un vehículo hasta el zócalo de la ciudad.

El grupo de representantes de los medios de comunicación había acudido a un llamado de emergencia de esta zona, pues en la barricada de Santa Lucía del Camino, después de las 22:00 horas, la patrulla de la Policía Municipal con número 03 había detenido a cinco de los vecinos que custodiaban el crucero de la “barricada número 19”.

Los ciudadanos llamaron a quienes estaban en otras barricadas y cuando comenzó a juntarse la gente, los detenidos aparecieron y desactivaron el movimiento que ya había planeado entrar a la cárcel de la Presidencia Municipal para rescatarlos.

También aseguraron que el presidente municipal Manuel Martínez Feria es priista y fue impuesto por el gobernador Ulises Ruiz y que los ha amedrentado cada noche; “vienen y nos disparan, ayer hicieron lo mismo pero no pudieron alcanzar a nadie”.

Esta fue una noche desgastante, de zozobra, de emor y de decisión, en la que amas de casa, padres de familia, campesinos, obreros, estudiantes y jubilados salieron a las calles para “autoprotegernos, porque no queremos que se siga derramando la sangre”.


 
Site Feed