PALABRAS DEL CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DE LA COALICIÓN POR EL BIEN DE TODOS, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, EN LA ASAMBLEA INFORMATIVA, EN EL ZÓCALO DE LA CIUDAD DE MÉXICO 14 SEPTIEMBRE 2006.
Amigas, amigos:
Hoy se cumplen 47 días de la Resistencia Civil Pacífica. Felicidades a todas, a todos.
Por eso esta Asamblea la iniciamos entregando reconocimientos a los fundadores de la Convención Nacional Democrática, a los que desde hace 47 días permanecen en estas asambleas, en estos campamentos, aguantando todo, soportando todo, para reafirmar los principios, los ideales de libertad, de justicia, de democracia, de dignidad.
Muchas gracias a todas, a todos ustedes de corazón. Muchas gracias por su apoyo, por su respaldo.
Ya estamos a dos días de la Convención Nacional Democrática y vamos con la convicción, no sólo a iniciar una etapa nueva en nuestro movimiento, sino vamos a iniciar la construcción de una nueva República.
Ese es el objetivo de la Convención Nacional Democrática, iniciar una etapa nueva en la vida pública de México, dejar atrás al régimen caduco de corrupción, de privilegios, para construir una República digna, una República generosa, justa, una República democrática.
A eso nos vamos a dedicar después del día 16 de septiembre.
Muchos de ustedes, que han permanecido aquí durante 47 días, seguramente van a extrañar estos momentos tan importantes de convivencia humana, de fraternidad, de verdadera amistad y de verdadero compañerismo.
Pero, a pesar de la nostalgia, de que van a extrañar todo este tiempo, yo les digo a ustedes que han sido muchas las enseñanzas que todos hemos recibido, porque ha sido un proceso de enseñanza-aprendizaje con mensajes, con conocimiento, con experiencias de ida y vuelta, ha sido una convivencia circular.
Vamos a extrañar esto, pero vamos a seguir en el movimiento. No vamos a dejar de luchar por nuestros ideales, por nuestros principios, por nuestras convicciones. Es una etapa nueva.
El día de hoy, yo quiero informar a ustedes, más que nada proponer a esta Asamblea algo muy particular, muy especial.
Como ustedes saben, desde que comenzamos la Resistencia Civil Pacífica, ha habido muchos ataques, muchos cuestionamientos, muchas críticas por la decisión que tomamos de quedarnos en campamentos, en Asamblea Permanente en el Zócalo y en la avenida Reforma.
Yo estoy seguro que fue una decisión acertada, que si no hubiésemos tomado esa decisión, nos hubiesen ignorado por completo.
Si estamos a aquí, en el Centro, en el corazón político, económico, social de nuestro país, y de todas maneras hay un bloqueo, hay la pretensión de aislarnos los medios de comunicación, nos han podido ignorar, no todos desde luego, porque –insisto-- hay honrosas excepciones, pero quisieran ponernos un cero informativo, estando aquí, en la capital de la República y en el centro de la Ciudad de México.
Imaginemos si nosotros no hubiésemos tomado esa decisión, sencillamente no existiría, nada más existiría la República de la fantasía, la República de la televisión y este asunto tan fundamental que tiene que ver con la democracia, que tiene que ver con la justicia y que tiene que ver con un robo que nos han hecho de la Presidencia de la República, no se hubiese ventilado en nuestro país.
Por eso yo estoy absolutamente seguro de que fue una decisión correcta, pero además el estar aquí ha significado mantener el movimiento dentro de los cauces legales y pacíficos.
No ha habido en 47 días un vidrio roto, no hemos caído en ninguna provocación, no ha habido violencia, no se han destruido los inmuebles públicos, se han cuidado los monumentos históricos, ha sido una Resistencia Civil Pacífica ejemplar, como nunca se había visto en el país.
Pero quienes están en contra de nosotros, nuestros adversarios y también gente afín a nuestro movimiento, pero que tiene una manera de pensar distinta, que respetamos por cierto, porque nosotros tenemos que respetar siempre el derecho a disentir, plantearon que no era esto lo más adecuado, lo más correcto y se desataron una retahíla de críticas en contra nuestra y quisieron desacreditar a nuestro movimiento.
Yo les quiero decir que tengo el balance de lo que ha ocurrido en estos 47 días y lo que opina la gente en la calle y les puedo decir de que ya se entendió y que mucha gente está de acuerdo con lo que estamos haciendo.
Pero hemos sido muy cuestionados, muy atacados, todos ustedes en la calle, mucha otra gente que, incluso, es agredida nada más por portar el moño tricolor.
Muchos dirigentes han sido cuestionados y uno de los que ha sido muy cuestionados, que yo nunca había querido hablar aquí, en esta Asamblea, por respeto a su autoridad y para no dar pie a la vulgaridad de que no sabemos respetar los límites, que no sabemos lo que es el gobierno y lo que es el movimiento, por eso no había querido nunca mencionar aquí a un compañero entrañable que se ha portado a la altura de las circunstancias y que hoy quiero rendir con ustedes, a él, un homenaje y un reconocimiento.
Me refiero a Alejandro Encinas que está aquí con nosotros.
Alejandro ese ha portado con rectitud, cumpliendo con su deber, porque un buen gobernante no es aquel que a la primera de cambio, nada más porque se lo están demandando, lo están exigiendo los derechistas, los fascistas, utiliza la fuerza bruta, la fuerza pública para desalojar, como tantas veces le pidieron que hiciera a Alejandro Encinas con nosotros y él supo estar a la altura.
Él conoce lo que es la historia de nuestro país, lo que no saben nuestros adversarios de la derecha, él sabe muy bien que esta ciudad siempre ha sido escenario de movimientos sociales y de movimientos políticos y que los grandes errores que se han cometido, han ido precisamente en el sentido de apostar a la represión.
¡Nunca más el uso de la fuerza, para reprimir al pueblo de la Ciudad y al pueblo de México!
Es un gran mérito gobernar y evitar la confrontación y la violencia y esto se tiene que reconocer. Por eso me da mucho gusto que esté aquí Alejandro Encinas y quiero decir a ustedes que estamos muy contentos, porque el traidor a la democracia no va a estar el día de mañana.
¡Que se vaya con su hipocresía a otra parte! No lo queremos aquí.
Y la propuesta es de que todos aceptemos, respaldemos, eso es lo que pongo a consideración de ustedes, que el Grito de Independencia lo dé precisamente Alejandro Encinas, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
¿Estamos de acuerdo?
(La gente responde sí)
Dos peticiones respetuosas a Alejandro, dos peticiones respetuosas a nuestro Jefe de Gobierno, Alejandro Encinas.
La primera, que reciba él la campana que se entregó para ese propósito, que este movimiento entregue, done esta campana y sea la que se pueda tocar el día de mañana.
Porque se va a hacer en ese edificio del Antiguo Ayuntamiento, donde es la oficina de Alejandro, y ahí no hay campana y, por eso, le vamos a donar esta campana, para que suene. Es la campana de la libertad y también de la dignidad de muchos de nosotros, de millones de mexicanos.
Y otra petición respetuosa a Alejandro: Que en nombre de todos los integrantes de este movimiento, se invite para que lo acompañe una mujer extraordinaria, una luchadora social, intachable, Rosario Ibarra de Piedra.
Que ella nos represente en la noche del Grito. Nosotros vamos a estar aquí, vamos a gritar con Alejandro.
¿Les parece?
(La gente responde sí)
De todas maneras vamos a tener nuestra reunión mañana a las 11 de la mañana, porque tenemos que revisar todo lo relacionado con la Convención, los preparativos para la Convención, de este gran acontecimiento histórico.
Vamos a estar mañana a las 11 también para comenzar el festival artístico, para comenzar el festival cultural, para empezar desde el mediodía la fiesta de la Independencia en completa, en absoluta libertad.
¡Que viva la Convención Nacional Democrática!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
Amigas, amigos:
Hoy se cumplen 47 días de la Resistencia Civil Pacífica. Felicidades a todas, a todos.
Por eso esta Asamblea la iniciamos entregando reconocimientos a los fundadores de la Convención Nacional Democrática, a los que desde hace 47 días permanecen en estas asambleas, en estos campamentos, aguantando todo, soportando todo, para reafirmar los principios, los ideales de libertad, de justicia, de democracia, de dignidad.
Muchas gracias a todas, a todos ustedes de corazón. Muchas gracias por su apoyo, por su respaldo.
Ya estamos a dos días de la Convención Nacional Democrática y vamos con la convicción, no sólo a iniciar una etapa nueva en nuestro movimiento, sino vamos a iniciar la construcción de una nueva República.
Ese es el objetivo de la Convención Nacional Democrática, iniciar una etapa nueva en la vida pública de México, dejar atrás al régimen caduco de corrupción, de privilegios, para construir una República digna, una República generosa, justa, una República democrática.
A eso nos vamos a dedicar después del día 16 de septiembre.
Muchos de ustedes, que han permanecido aquí durante 47 días, seguramente van a extrañar estos momentos tan importantes de convivencia humana, de fraternidad, de verdadera amistad y de verdadero compañerismo.
Pero, a pesar de la nostalgia, de que van a extrañar todo este tiempo, yo les digo a ustedes que han sido muchas las enseñanzas que todos hemos recibido, porque ha sido un proceso de enseñanza-aprendizaje con mensajes, con conocimiento, con experiencias de ida y vuelta, ha sido una convivencia circular.
Vamos a extrañar esto, pero vamos a seguir en el movimiento. No vamos a dejar de luchar por nuestros ideales, por nuestros principios, por nuestras convicciones. Es una etapa nueva.
El día de hoy, yo quiero informar a ustedes, más que nada proponer a esta Asamblea algo muy particular, muy especial.
Como ustedes saben, desde que comenzamos la Resistencia Civil Pacífica, ha habido muchos ataques, muchos cuestionamientos, muchas críticas por la decisión que tomamos de quedarnos en campamentos, en Asamblea Permanente en el Zócalo y en la avenida Reforma.
Yo estoy seguro que fue una decisión acertada, que si no hubiésemos tomado esa decisión, nos hubiesen ignorado por completo.
Si estamos a aquí, en el Centro, en el corazón político, económico, social de nuestro país, y de todas maneras hay un bloqueo, hay la pretensión de aislarnos los medios de comunicación, nos han podido ignorar, no todos desde luego, porque –insisto-- hay honrosas excepciones, pero quisieran ponernos un cero informativo, estando aquí, en la capital de la República y en el centro de la Ciudad de México.
Imaginemos si nosotros no hubiésemos tomado esa decisión, sencillamente no existiría, nada más existiría la República de la fantasía, la República de la televisión y este asunto tan fundamental que tiene que ver con la democracia, que tiene que ver con la justicia y que tiene que ver con un robo que nos han hecho de la Presidencia de la República, no se hubiese ventilado en nuestro país.
Por eso yo estoy absolutamente seguro de que fue una decisión correcta, pero además el estar aquí ha significado mantener el movimiento dentro de los cauces legales y pacíficos.
No ha habido en 47 días un vidrio roto, no hemos caído en ninguna provocación, no ha habido violencia, no se han destruido los inmuebles públicos, se han cuidado los monumentos históricos, ha sido una Resistencia Civil Pacífica ejemplar, como nunca se había visto en el país.
Pero quienes están en contra de nosotros, nuestros adversarios y también gente afín a nuestro movimiento, pero que tiene una manera de pensar distinta, que respetamos por cierto, porque nosotros tenemos que respetar siempre el derecho a disentir, plantearon que no era esto lo más adecuado, lo más correcto y se desataron una retahíla de críticas en contra nuestra y quisieron desacreditar a nuestro movimiento.
Yo les quiero decir que tengo el balance de lo que ha ocurrido en estos 47 días y lo que opina la gente en la calle y les puedo decir de que ya se entendió y que mucha gente está de acuerdo con lo que estamos haciendo.
Pero hemos sido muy cuestionados, muy atacados, todos ustedes en la calle, mucha otra gente que, incluso, es agredida nada más por portar el moño tricolor.
Muchos dirigentes han sido cuestionados y uno de los que ha sido muy cuestionados, que yo nunca había querido hablar aquí, en esta Asamblea, por respeto a su autoridad y para no dar pie a la vulgaridad de que no sabemos respetar los límites, que no sabemos lo que es el gobierno y lo que es el movimiento, por eso no había querido nunca mencionar aquí a un compañero entrañable que se ha portado a la altura de las circunstancias y que hoy quiero rendir con ustedes, a él, un homenaje y un reconocimiento.
Me refiero a Alejandro Encinas que está aquí con nosotros.
Alejandro ese ha portado con rectitud, cumpliendo con su deber, porque un buen gobernante no es aquel que a la primera de cambio, nada más porque se lo están demandando, lo están exigiendo los derechistas, los fascistas, utiliza la fuerza bruta, la fuerza pública para desalojar, como tantas veces le pidieron que hiciera a Alejandro Encinas con nosotros y él supo estar a la altura.
Él conoce lo que es la historia de nuestro país, lo que no saben nuestros adversarios de la derecha, él sabe muy bien que esta ciudad siempre ha sido escenario de movimientos sociales y de movimientos políticos y que los grandes errores que se han cometido, han ido precisamente en el sentido de apostar a la represión.
¡Nunca más el uso de la fuerza, para reprimir al pueblo de la Ciudad y al pueblo de México!
Es un gran mérito gobernar y evitar la confrontación y la violencia y esto se tiene que reconocer. Por eso me da mucho gusto que esté aquí Alejandro Encinas y quiero decir a ustedes que estamos muy contentos, porque el traidor a la democracia no va a estar el día de mañana.
¡Que se vaya con su hipocresía a otra parte! No lo queremos aquí.
Y la propuesta es de que todos aceptemos, respaldemos, eso es lo que pongo a consideración de ustedes, que el Grito de Independencia lo dé precisamente Alejandro Encinas, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
¿Estamos de acuerdo?
(La gente responde sí)
Dos peticiones respetuosas a Alejandro, dos peticiones respetuosas a nuestro Jefe de Gobierno, Alejandro Encinas.
La primera, que reciba él la campana que se entregó para ese propósito, que este movimiento entregue, done esta campana y sea la que se pueda tocar el día de mañana.
Porque se va a hacer en ese edificio del Antiguo Ayuntamiento, donde es la oficina de Alejandro, y ahí no hay campana y, por eso, le vamos a donar esta campana, para que suene. Es la campana de la libertad y también de la dignidad de muchos de nosotros, de millones de mexicanos.
Y otra petición respetuosa a Alejandro: Que en nombre de todos los integrantes de este movimiento, se invite para que lo acompañe una mujer extraordinaria, una luchadora social, intachable, Rosario Ibarra de Piedra.
Que ella nos represente en la noche del Grito. Nosotros vamos a estar aquí, vamos a gritar con Alejandro.
¿Les parece?
(La gente responde sí)
De todas maneras vamos a tener nuestra reunión mañana a las 11 de la mañana, porque tenemos que revisar todo lo relacionado con la Convención, los preparativos para la Convención, de este gran acontecimiento histórico.
Vamos a estar mañana a las 11 también para comenzar el festival artístico, para comenzar el festival cultural, para empezar desde el mediodía la fiesta de la Independencia en completa, en absoluta libertad.
¡Que viva la Convención Nacional Democrática!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
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