Cambiemos a México

miércoles, septiembre 20, 2006

PA LUEGO ES TARDE...

Exige el sol azteca revisar los dineros de Elba Esther.

• Nadie sabe el destino de los más de 100 millones de pesos que recibe por concepto de cuotas del magisterio, aclararon.

Miguel Anguiano

La bancada del PRD en el Senado de la República puso el dedo en la llaga y desde la tribuna legislativa anunció que va con todo para exigir cuentas a la dirigente nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, porque “recibe más de 100 millones de pesos mensuales de cuotas y nadie sabe el destino que tiene ese dinero”.
Sin mencionar el nombre de la líder de los más de un millón de maestros en todo el país, el senador Ricardo Monreal llamó a los legisladores panistas, priístas y ecologistas a apoyar este punto de acuerdo, si de veras tienen voluntad de atender una de las principales asignaturas que tiene el país, como es la reforma educativa.

A pesar de los hechos contundentes que ofreció el también ex gobernador de Zacatecas, el asunto pasó inadvertido y nadie hizo eco de la importancia del tema. “La educación en México es un auténtico desastre y de no atender el problema, todos los senadores nos volveremos cómplices del retroceso al que se está condenando a las nuevas generaciones”, expresó ante un pleno que pareció no ver ni escuchar esta realidad nacional.

Para ser preciso en sus argumentos, el senador perredista acusó: “El SNTE recibe entre 150 millones y 200 millones de dólares al año en cuotas sindicales, prebendas y fideicomisos, de los que los propios presuntos beneficiarios, los maestros del país, no saben ni cómo se gastan”, comentó.

En un intento por llamar la atención en este diálogo legislativo de sordos y mudos, Monreal preguntó a los 91 legisladores presentes, de un total de 128, si alguno de ellos ha visto algún informe financiero, un estado contable o un balance fiscal de los recursos de origen público que transfiere la Secretaría de Educación Pública (SEP) al SNTE. Nadie respondió y la denuncia se perdió en un indiferente salón de sesiones del Senado de la República.

Aunque fue más preciso al asegurar que si el Congreso aprueba el origen de estos recursos, los legisladores tienen la obligación de verificar, fiscalizar y auditar su destino correcto, tampoco fue escuchado y su propuesta de cuatro puntos se diluyó en el escenario de indiferencia parlamentaria.


 
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