Cambiemos a México

sábado, septiembre 16, 2006

López Obrador encabeza 'nueva República' para enfrentar Gobierno

Terra España

El líder de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador, encabeza a partir de hoy como 'presidente legítimo', proclamado por sus seguidores, una 'nueva República' que enfrentará al Gobierno actual y a sus instituciones.

'Es un timbre de orgullo representarlos, lo haré con humildad y con convicción, no voy a traicionarlos, no voy a traicionar al pueblo de México', dijo López Obrador al aceptar la designación de 'presidente legítimo' ante cientos de miles de seguidores que asistieron a la Convención Nacional Democrática (CND).

Los 'delegados' a la Convención, 1,2 millones según los organizadores, se negaron a que López Obrador se limitara a ser un simple 'Coordinador de la Resistencia Civil Pacífica' y le designaron 'presidente de México', con potestad para nombrar a su 'gabinete' y ubicar la 'sede de gobierno' en la capital mexicana, así como para recabar fondos.

Ante una asamblea multitudinaria que llenó la plaza principal de la capital mexicana y las calles adyacentes, López Obrador aceptó el cargo de 'presidente legítimo' porque rechaza 'la imposición y la ruptura del orden constitucional' de lo que considera un fraude electoral.

Agregó que aceptar a un gobierno usurpador, que encabezará el presidente electo Felipe Calderón, implicaría 'posponer indefinidamente el cambio democrático del país y continuar con el juego de siempre'.

El líder de la izquierda mexicana, que pretende tomar posesión del cargo adjudicado por sus seguidores el 20 de noviembre, aclaró que este camino no ha sido resultado de un capricho sino una salida a la crisis política que generó el proceso electoral del pasado 2 de julio.

Precisó que la nueva República deberá promover la democracia, la soberanía del país, y destacó la necesidad de establecer 'el estado de bienestar para garantizar los derechos a la salud, la educación y la vivienda de todos los mexicanos'.

Los primeros acuerdos de la Convención fueron rechazar 'la usurpación', desconocer a Felipe Calderón como presidente de la República y declarar 'la abolición del régimen de corrupción y privilegios'.

López Obrador insistió en que no aceptaba este cargo por ostentación, ni por ambición al poder, sino para atender los sentimientos del pueblo que está empeñado en transformar las instituciones.'Asumo este honroso cargo, sabiendo que voy a ser atacado por nuestros enemigos, y lo hago convencido de que voy a seguir contribuyendo a la lucha en las actuales circunstancias', explicó.

La CND aprobó doce propuestas, entre las que destacaron un programa de gobierno para la defensa de los recursos naturales, el cambio de las instituciones y el combate a la corrupción y los privilegios.

La Convención fue inaugurada por la escritora Elena Poniatowska, que se adhirió a la campaña de López Obrador desde que hubo un intento por lograr su desafuero como alcalde capitalino en abril de 2005.

La CND también nombró a tres comisiones nacionales que se encargarán de impulsar los acuerdos que se tomen, entre ellas, una de carácter político, una segunda para preparar un programa de resistencia civil y otra encargada de organizar una asamblea constituyente que apruebe una nueva Constitución.

La Convención acordó constituirse en organismo permanente cuyos resolutivos serán voluntarios y decidió volver a reunirse el próximo 21 de marzo de 2007.

El nuevo organismo creado por López Obrador renueva el respaldo político para mantener su enfrentamiento frontal contra el Gobierno actual de Vicente Fox y del presidente electo Felipe Calderón.

Por su parte, los representantes de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) del Trabajo (PT) y Convergencia ratificaron su apoyo a López Obrador y a las decisiones de la Convención Nacional Democrática.

Los legisladores de las tres organizaciones políticas se han comprometido a impedir la investidura de Felipe Calderón el próximo 1 de diciembre.

Esta será la prueba de fuego de la capacidad de boicot de la Convención, después de que el pasado 1 de septiembre los parlamentarios del PRD tomaran la tribuna del Congreso e impidieran que el presidente Vicente Fox leyera su sexto y último informe de Gobierno.


 
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