Reconoce Fox que heredará caso Oaxaca a Calderón
Admite el presidente que el conflicto en el estado “está duro, pero no para decir que hay inestabilidad en el país” y enfatizó que el problema en la entidad “lo voy a entregar en el punto que esté”
EFE
El presidente de México, Vicente Fox, admitió hoy en una entrevista que el conflicto en la ciudad de Oaxaca “es un duro problema” pero negó que suponga la inestabilidad de todo el país, pues lo consideró de carácter local.
A un mes exacto de traspasar su cargo al presidente electo, Felipe Calderón, el mandatario mexicano afirmó que el conflicto de Oaxaca lo heredará su sucesor “en el punto que esté”.
En la primera entrevista a un medio tras el despliegue de las tropas federales en esa ciudad el pasado fin de semana, Fox defendió la actuación de las fuerzas del orden, las desvinculó de las muertes ocurridas y señaló que sus causas se investigarán “en profundidad” para que “caiga todo el peso de la ley” sobre los responsables.
Los manifestantes que han ocupado Oaxaca desde mayo en una protesta salarial que derivó en la petición de renuncia del gobernador estatal, Ulises Ruíz, culpan a la policía de la muerte de tres personas, mientras que la Comisión de Derechos Humanos denunció dos víctimas mortales.
Fox negó que las fuerzas policiales estuvieran implicadas en estas muertes e invitó a las organizaciones no gubernamentales y a Naciones Unidas a que viajen a Oaxaca para investigar los hechos.
“Si hay una sola violación a los derechos humanos de inmediato actuaremos y resolveremos”, dijo el mandatario, quien ordenó el sábado el despliegue de las tropas tras una jornada de violencia en la que murieron cuatro personas, entre ellas un periodista estadounidense.
El presidente destacó la “transparencia” con la que se realizó el dispositivo policial que recuperó el domingo el centro de esta turística ciudad y señaló que “del operativo fueron testigos asociaciones de derechos humanos, los medios de comunicación y el ministerio fiscal”.
“Fue una intervención no armada, además de anunciada porque tiene que haber orden y legalidad ante el reclamo de los ciudadanos” subrayó Fox.
Según Fox, el conflicto de Oaxaca, protagonizado por maestros y por una heterogénea plataforma cívica llamada Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) , “está duro, pero no para decir que hay inestabilidad en el país entero”.
Vicente Fox admitió que puso todo su “empeño personal” en evitar la actuación policial mediante el diálogo y se declaró “perseverante” en intentar solucionar el problema con negociaciones intensas que duraron 24 horas diarias a lo largo de varios meses.
Se mostró satisfecho de haber logrado un acuerdo con el sindicato de maestros, que el lunes comenzó parcialmente a regresar a las aulas en el estado de Oaxaca tras cinco meses sin actividad docente.
Sobre la exigencia de los manifestantes de que renuncie Ulises Ruíz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Fox afirmó que el pueblo y el Congreso saben que un presidente democrático “no pone ni quita gobernadores”.
“Solo el pueblo y la ley pueden nombrar gobernadores, yo no tengo ninguna facultad para hacerlo. No está en mis manos”, aseguró Fox.
“Oaxaca lo voy a entregar en el punto que esté”, reiteró el presidente, quien se preguntó porqué algunos analistas consideran que un presidente no debe dejar ningún problema a otro mandatario si “todos los problemas están en proceso”.
“Pese a los esfuerzos realizados en reducción de la pobreza aún queda mucho camino y si me van a decir que entregue el país sin pobreza, me lo ponen muy cuesta arriba”, dijo el mandatario.
El gobernante mexicano aseguró que dejará un país con estabilidad económica, inversiones, creación de empleo e indicadores que supondrán un “gran futuro” para los próximos seis años.
Declaró además que entregará el próximo 1 de diciembre la banda presidencial a Calderón en “cualquier condición y cualquier escenario”, en referencia a las amenazas del líder opositor Andrés Manuel López Obrador de boicotear la toma de posesión.
Admite el presidente que el conflicto en el estado “está duro, pero no para decir que hay inestabilidad en el país” y enfatizó que el problema en la entidad “lo voy a entregar en el punto que esté”
EFE
El presidente de México, Vicente Fox, admitió hoy en una entrevista que el conflicto en la ciudad de Oaxaca “es un duro problema” pero negó que suponga la inestabilidad de todo el país, pues lo consideró de carácter local.
A un mes exacto de traspasar su cargo al presidente electo, Felipe Calderón, el mandatario mexicano afirmó que el conflicto de Oaxaca lo heredará su sucesor “en el punto que esté”.
En la primera entrevista a un medio tras el despliegue de las tropas federales en esa ciudad el pasado fin de semana, Fox defendió la actuación de las fuerzas del orden, las desvinculó de las muertes ocurridas y señaló que sus causas se investigarán “en profundidad” para que “caiga todo el peso de la ley” sobre los responsables.
Los manifestantes que han ocupado Oaxaca desde mayo en una protesta salarial que derivó en la petición de renuncia del gobernador estatal, Ulises Ruíz, culpan a la policía de la muerte de tres personas, mientras que la Comisión de Derechos Humanos denunció dos víctimas mortales.
Fox negó que las fuerzas policiales estuvieran implicadas en estas muertes e invitó a las organizaciones no gubernamentales y a Naciones Unidas a que viajen a Oaxaca para investigar los hechos.
“Si hay una sola violación a los derechos humanos de inmediato actuaremos y resolveremos”, dijo el mandatario, quien ordenó el sábado el despliegue de las tropas tras una jornada de violencia en la que murieron cuatro personas, entre ellas un periodista estadounidense.
El presidente destacó la “transparencia” con la que se realizó el dispositivo policial que recuperó el domingo el centro de esta turística ciudad y señaló que “del operativo fueron testigos asociaciones de derechos humanos, los medios de comunicación y el ministerio fiscal”.
“Fue una intervención no armada, además de anunciada porque tiene que haber orden y legalidad ante el reclamo de los ciudadanos” subrayó Fox.
Según Fox, el conflicto de Oaxaca, protagonizado por maestros y por una heterogénea plataforma cívica llamada Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) , “está duro, pero no para decir que hay inestabilidad en el país entero”.
Vicente Fox admitió que puso todo su “empeño personal” en evitar la actuación policial mediante el diálogo y se declaró “perseverante” en intentar solucionar el problema con negociaciones intensas que duraron 24 horas diarias a lo largo de varios meses.
Se mostró satisfecho de haber logrado un acuerdo con el sindicato de maestros, que el lunes comenzó parcialmente a regresar a las aulas en el estado de Oaxaca tras cinco meses sin actividad docente.
Sobre la exigencia de los manifestantes de que renuncie Ulises Ruíz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Fox afirmó que el pueblo y el Congreso saben que un presidente democrático “no pone ni quita gobernadores”.
“Solo el pueblo y la ley pueden nombrar gobernadores, yo no tengo ninguna facultad para hacerlo. No está en mis manos”, aseguró Fox.
“Oaxaca lo voy a entregar en el punto que esté”, reiteró el presidente, quien se preguntó porqué algunos analistas consideran que un presidente no debe dejar ningún problema a otro mandatario si “todos los problemas están en proceso”.
“Pese a los esfuerzos realizados en reducción de la pobreza aún queda mucho camino y si me van a decir que entregue el país sin pobreza, me lo ponen muy cuesta arriba”, dijo el mandatario.
El gobernante mexicano aseguró que dejará un país con estabilidad económica, inversiones, creación de empleo e indicadores que supondrán un “gran futuro” para los próximos seis años.
Declaró además que entregará el próximo 1 de diciembre la banda presidencial a Calderón en “cualquier condición y cualquier escenario”, en referencia a las amenazas del líder opositor Andrés Manuel López Obrador de boicotear la toma de posesión.
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