"Ya preparamos la fiesta, nada más faltan los invitados"
Noticias de Oaxaca
PEDRO MATIAS
"El panal ya reventó y están puestos los avispones". Esa fue la clave que lanzó la comisión de orden y vigilancia para alistarse y dar la gran batalla a las fuerzas federales.
"Ya preparamos la fiesta, nada más faltan los invitados", ironizó un joven que resguardaba la estación de Radio La Ley del Pueblo, al que solo le preocupaba no perder la vida sino el no dejar ningún hijo.
Pero pasadas las horas, los jóvenes pertrechados en las barricadas que esperaban el gran operativo de las fuerzas armadas, se quejaron: "Ya ni la chingan, ni eso nos cumplen".
Y es que desde que los helicópteros y aviones de la fuerza armada surcaron el cielo de la capital de Oaxaca, es decir, desde las 16:40 horas de este sábado 30 de septiembre, se decretó la alerta total y el insomnio se apoderó de todos.
Aquí no se respira el miedo. Se transpira indignación, coraje, rabia, impotencia con los gobernantes que no escuchan al pueblo y que los está orillando a tomar el camino de las armas.
El sobrevuelo de helicópteros y aviones de la marina lejos de atemorizar a los inconformes con la forma de gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, los hizo salir para retar a la Policía Federal Preventiva.
"Aquí los esperamos, serán bienvenidos", aunque les advirtieron que "Oaxaca no es Atenco".
Sin embargo, al llegar la noche, previendo el desalojo violento, la gente comenzó a replegarse.
Para las 12 de la noche, los campamentos del Zócalo y sus inmediaciones, lucían abandonados.
Salvo por estudiantes universitarios y el cuerpo de topiles que recorrían el área para olfatear al enemigo, el área estaba desolada.
Llamó la atención que un grupo de plantonistas se arremolinó frente a un televisor. Ahí estaba el autor de la ingobernabilidad, Ulises Ruiz Ortiz, en una entrevista a modo con Lola de la Vega, quien acostumbra a cobrar cifras millonarias por sus programas, para engañar al televidente.
Caso insólito es el de la reportera radiofónica Sofía Valdivia, quien falta de toda ética, de manera temeraria, y sin contar con ningún respaldo de los reporteros de Oaxaca, se prestó a este engaño para pedir a nombre de ellos la intervención de la fuerza pública para que termine el conflicto, situación que indignó a la mayoría de los comunicadores porque no es posible que por prebendas o beneficios personales, ponga en riesgo el trabajo de todos.
Llegada las 04:00 horas, la adrenalina se percibía en el zócalo donde había más periodistas y reporteros gráficos que esperaban que en cualquier momento se instrumentara el operativo quirúrgico para minar el movimiento magisterial y popular.
Y es que desde las redacciones y por medio de contactos sostenían: El operativo va. No se muevan de ahí. Va a ser entre las 4 o 5 de la mañana. Ya desembarcaron tres mil efectivos en Huatulco.
Luego trascendió que el operativo comenzaría en la Estación Radiofónica denominada la Ley del Pueblo, y los representantes de los medios de comunicación como abeja al panal se trasladaron a la calle Netzahualcoyotl y Eucaliptos de la Colonia Reforma, no sin antes ser testigos del traslado de un detenido al que llevaban vendado de los ojos y al que acusaron de provocar en una barricada de Santa Lucia del Camino.
La zona huele a pólvora y se ensordece con el estallido de cohetes. Y por la radio no dejan de transmitir para levantar al pueblo con el argumento de que "ya basta de que Oaxaca sea sacrificado, callado y asesinado.
Advertían: "si se deja de transmitir es la alerta roja para que el pueblo se concentre a defender la dignidad del pueblo oaxaqueño".
Para llegar a la estación hubo que pasar por al menos dos retenes de integrantes de la APPO y cinco barricadas. Líneas de aserrín con bombas molotov, alambres de púas, palos con puntas, otros maestros que están dispuestos a dar su vida portan bazucas para hacer frente a los invasores.
Al llagar a la radiodifusora, informaron a los reporteros que pasaron toda la noche en vela, que "el panal ya reventó y están puestos los avispones".
Ante el eventual desalojo, informaron que ya establecieron rutas de evacuación para que se protejan porque "esa gente (militares y de la PFP) es terrible.
Mientras las mujeres reparten cubre-bocas con toallas femeninas cubiertas de vinagre para protegerse del gas lacrimógeno. Además colocan en un lugar visible garrafones de agua azucarada para los ojos. Y los hombres acarrean llantas, alambre y colocan una alfombra de vidrios en las azoteas para darle la bienvenida a sus invitados a la fiesta. Los que participan en esta recepción argumentan que la lucha es justa y por lo mismo están dispuestos a dar la vida porque los oaxaqueños "tenemos los huevos bien puestos".
Mientras en la calle se escucha la canción "Oaxaca debes de levantarte, Oaxaca vamos a luchar por tu libertad.
Cuando el reloj marcha las 06:05 horas, trasciende. "Llegó la hora". Se oyen cohetes, hay quienes escuchan a los helicópteros y balazos. Pero todo resulto falsa alarma.
Un joven espera impaciente. "Si salgo de esta ya chingue". Y comenta: "Tu crees que el gobierno sea tan pendejo para reprimir".Vaticina que si lo hace, el gobierno se va a arrepentir porque Felipe Calderón no va a poder gobernar, Y si después de reprimir quieren dialogar porque no van a poder controlar este movimiento, aunque nos diga que ahora si va Ulises Ruiz les vamos a decir ni madres, para ese entonces le vamos la cabeza de Calderón, advirtió.
Otro joven manifestó incrédulo: "A poco somos tan cabrones que nos mandan a la marina". Sin embargo, dijo, "Ya preparamos la fiesta, nada más faltan los invitados". Y es que la invitación lleva tres días y no más no llegan, lo que significa que ni en eso cumplen, se puntualizó al clarear el alba.
Noticias de Oaxaca
PEDRO MATIAS
"El panal ya reventó y están puestos los avispones". Esa fue la clave que lanzó la comisión de orden y vigilancia para alistarse y dar la gran batalla a las fuerzas federales.
"Ya preparamos la fiesta, nada más faltan los invitados", ironizó un joven que resguardaba la estación de Radio La Ley del Pueblo, al que solo le preocupaba no perder la vida sino el no dejar ningún hijo.
Pero pasadas las horas, los jóvenes pertrechados en las barricadas que esperaban el gran operativo de las fuerzas armadas, se quejaron: "Ya ni la chingan, ni eso nos cumplen".
Y es que desde que los helicópteros y aviones de la fuerza armada surcaron el cielo de la capital de Oaxaca, es decir, desde las 16:40 horas de este sábado 30 de septiembre, se decretó la alerta total y el insomnio se apoderó de todos.
Aquí no se respira el miedo. Se transpira indignación, coraje, rabia, impotencia con los gobernantes que no escuchan al pueblo y que los está orillando a tomar el camino de las armas.
El sobrevuelo de helicópteros y aviones de la marina lejos de atemorizar a los inconformes con la forma de gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, los hizo salir para retar a la Policía Federal Preventiva.
"Aquí los esperamos, serán bienvenidos", aunque les advirtieron que "Oaxaca no es Atenco".
Sin embargo, al llegar la noche, previendo el desalojo violento, la gente comenzó a replegarse.
Para las 12 de la noche, los campamentos del Zócalo y sus inmediaciones, lucían abandonados.
Salvo por estudiantes universitarios y el cuerpo de topiles que recorrían el área para olfatear al enemigo, el área estaba desolada.
Llamó la atención que un grupo de plantonistas se arremolinó frente a un televisor. Ahí estaba el autor de la ingobernabilidad, Ulises Ruiz Ortiz, en una entrevista a modo con Lola de la Vega, quien acostumbra a cobrar cifras millonarias por sus programas, para engañar al televidente.
Caso insólito es el de la reportera radiofónica Sofía Valdivia, quien falta de toda ética, de manera temeraria, y sin contar con ningún respaldo de los reporteros de Oaxaca, se prestó a este engaño para pedir a nombre de ellos la intervención de la fuerza pública para que termine el conflicto, situación que indignó a la mayoría de los comunicadores porque no es posible que por prebendas o beneficios personales, ponga en riesgo el trabajo de todos.
Llegada las 04:00 horas, la adrenalina se percibía en el zócalo donde había más periodistas y reporteros gráficos que esperaban que en cualquier momento se instrumentara el operativo quirúrgico para minar el movimiento magisterial y popular.
Y es que desde las redacciones y por medio de contactos sostenían: El operativo va. No se muevan de ahí. Va a ser entre las 4 o 5 de la mañana. Ya desembarcaron tres mil efectivos en Huatulco.
Luego trascendió que el operativo comenzaría en la Estación Radiofónica denominada la Ley del Pueblo, y los representantes de los medios de comunicación como abeja al panal se trasladaron a la calle Netzahualcoyotl y Eucaliptos de la Colonia Reforma, no sin antes ser testigos del traslado de un detenido al que llevaban vendado de los ojos y al que acusaron de provocar en una barricada de Santa Lucia del Camino.
La zona huele a pólvora y se ensordece con el estallido de cohetes. Y por la radio no dejan de transmitir para levantar al pueblo con el argumento de que "ya basta de que Oaxaca sea sacrificado, callado y asesinado.
Advertían: "si se deja de transmitir es la alerta roja para que el pueblo se concentre a defender la dignidad del pueblo oaxaqueño".
Para llegar a la estación hubo que pasar por al menos dos retenes de integrantes de la APPO y cinco barricadas. Líneas de aserrín con bombas molotov, alambres de púas, palos con puntas, otros maestros que están dispuestos a dar su vida portan bazucas para hacer frente a los invasores.
Al llagar a la radiodifusora, informaron a los reporteros que pasaron toda la noche en vela, que "el panal ya reventó y están puestos los avispones".
Ante el eventual desalojo, informaron que ya establecieron rutas de evacuación para que se protejan porque "esa gente (militares y de la PFP) es terrible.
Mientras las mujeres reparten cubre-bocas con toallas femeninas cubiertas de vinagre para protegerse del gas lacrimógeno. Además colocan en un lugar visible garrafones de agua azucarada para los ojos. Y los hombres acarrean llantas, alambre y colocan una alfombra de vidrios en las azoteas para darle la bienvenida a sus invitados a la fiesta. Los que participan en esta recepción argumentan que la lucha es justa y por lo mismo están dispuestos a dar la vida porque los oaxaqueños "tenemos los huevos bien puestos".
Mientras en la calle se escucha la canción "Oaxaca debes de levantarte, Oaxaca vamos a luchar por tu libertad.
Cuando el reloj marcha las 06:05 horas, trasciende. "Llegó la hora". Se oyen cohetes, hay quienes escuchan a los helicópteros y balazos. Pero todo resulto falsa alarma.
Un joven espera impaciente. "Si salgo de esta ya chingue". Y comenta: "Tu crees que el gobierno sea tan pendejo para reprimir".Vaticina que si lo hace, el gobierno se va a arrepentir porque Felipe Calderón no va a poder gobernar, Y si después de reprimir quieren dialogar porque no van a poder controlar este movimiento, aunque nos diga que ahora si va Ulises Ruiz les vamos a decir ni madres, para ese entonces le vamos la cabeza de Calderón, advirtió.
Otro joven manifestó incrédulo: "A poco somos tan cabrones que nos mandan a la marina". Sin embargo, dijo, "Ya preparamos la fiesta, nada más faltan los invitados". Y es que la invitación lleva tres días y no más no llegan, lo que significa que ni en eso cumplen, se puntualizó al clarear el alba.
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